REDIBUJAR EL FUTURO:
UN
FUTURO POSIBLE, REAL Y SIN ESTEREOTIPOS
El derecho a la educación
ejerce para la infancia el pilar fundamental para construir su
futuro. Es a partir del ejercicio de este derecho cuando niños y
niñas entran en la carrera de la vida y ha de ser de una manera
igualitaria. El esfuerzo se ha de ver recompensado sin tener en
cuenta los sexos, lo contrario genera frustración y hasta abandono.
Se ha de fomentar desde la educación infantil, de manera natural,
que es lo que es, la igualdad entre niños y niñas, la igualdad de
oportunidades, cuya única tabla rasa ha de ser el esfuerzo. Nada
es regalado ni ha de ser. Los niños y las niñas han de comprobar, desde los niveles de infantil, que el esfuerzo se premia, que
trabajando se llega a las metas y la satisfacción de los objetivos
cumplidos ha de ser una victoria moral. El individuo se construye
desde pequeño, más allá de la influencia de la familia, en la
escuela es donde realmente hace valer su potencial, pues está solo
sin el apoyo familiar y entre iguales ha de encontrar su lugar.
Esto es, el niño y la niña comienzan a socializar realmente desde
que están en infantil, pues es allí donde manifiestan su
personalidad, inquietudes e intereses. Si el niño o la niña
trajera de casa un aprendizaje donde la igualdad no se contemple, es
la escuela la encargada de reconducir este aprendizaje, de hacer ver
los beneficios de la coeducación, de un mundo que se encamina hacia
ello.
El
futuro de los niños está en sus manos, pero también en las
nuestras si los ayudamos a reconducir estereotipos o aprendizajes
machistas. Así, el papel de las maestras y los maestro es
fundamental para el desarrollo de la personalidad en Educación
Infantil.
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